
El despertar del Jíbaro
Todo comenzó con un largo verano.
1 año en Ocean Park, Puerto Rico, donde las olas me contaban secretos pa’ callar las voces de afuera y así las noches me enseñaron a mirar hacia adentro. Allí despertó algo: una conciencia, un impulso creativo, una necesidad de contar historias que no caben en palabras, pero que vibran en cada trazo. Así floreció mi arte.
Cada pieza que creo no es solo arte: es una protesta, un recuerdo, un pedazo de calle y alma que se adhiere a superficies, pero también a corazones. Desde letreros grafiteados con rabia y amor, hasta rocas frente al mar que se volvieron musas, mi trabajo habla de lo que muchas veces se quiere silenciar —la pérdida del espacio, la identidad boricua, el poder de reconectar con uno mismo.
Esta marca es mi forma de resistir y sanar. Es mi forma de manifestar mi amor por mi patria que siempre me empujó a crear con intención. Es mi forma de recordarle a quien ve mis diseños que todavía hay verdad en lo que nace de lo simple, de lo vivido, de lo crudo.
Mi arte no sigue tendencias, sigue memorias.
Son mapas visuales hacia momentos que marcaron mi historia —y quizás, puedan tocar la tuya también.
Este proyecto es un llamado a quienes buscan autenticidad, conciencia y arte con propósito. A quienes han amado una playa como se ama un hogar. A quienes entienden que la sabiduría no siempre viene de libros, sino de rocas, calles, amigos y soles que se esconden en silencio.
Gracias por estar aquí. Gracias por ver.
Bienvenido a esta historia viva. @jibarovagabundo @jibarovagabundopr por: Orlando Joel Navedo López.